La enfermedad es la pérdida de la integridad o ruptura de la relación de los vínculos de expresión del individuo o del Individuo y su entorno.
La Salud podríamos definirla como un estado coherente de la integridad física, emocional y mental, está se refleja de la coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos.
La integridad es el estado de individualidad en lo esencial de sentido y participación de unidad; depende de la capacidad de relación responsable, inclusiva, participativa en interdependiente del pensamiento y sentimiento en la acción.
Para promover la salud de una manera integral y Holística se requiere la participación activa, responsables y consciente del individuo en su proceso de recuperación.
La autogestión implica aprender de la crisis, afrontarla y resignificar los eventos que han conducido a la enfermedad o desequilibrio emocional y darle un sentido y significado a la vida.
La función de un terapeuta, de un sanador no es cambiar a nadie, ni reemplazar una cosa por otra. La función fundamental es facilitar los elementos necesarios para sanar las relaciones con todos los niveles, tanto personal, que incluye la sanción del cuerpo físico con sus dolencias, del emocional con sus sufrimientos, el mental con las creencias de sí mismo y de la vida y la personalidad con las fricciones de su entorno.
El Sanador es un servidor, un educador. Maestros e la vida y un Aprendiz de ella. Su mejor medicamento es la buena voluntad. Su mejor instrumento su Ser. Su verdadera jerarquía está determinada por su capacidad de sentir.
El sanador es el servidor que pone el amor en movimiento, para liberar, para unificar.
Gracias por la oportunidad de servir.
Gracias maestros por sus enseñanzas.
Gracias a la vida.
Gracias, gracias, gracias.
Carla Gilardi Olazabal