Salmo 15.
Señor ¿quien morará en tu santuario?
¿quien habitará en tu santo monte?
Aquel que vive con integridad y actúa con justicia, el que dice la verdad de corazón, el que no habla mal de nadie, el que no hace daño a su hermano ni ofende al prójimo, el que mira con menosprecio al malvado, más honra a los que honran a Dios.
El que cumple sus promesas, a veces aún en su perjuicio, el que presta su dinero sin exigir intereses, el que no acepta soborno que dañe al inocente.
Quien así actúa, vivirá eternamente.
Salmo 16
Protégeme, o eterno, tú eres mi refugio y mi protector.
A ti clamo, eres mi señor; sólo en ti está mi felicidad.
La fe que en ti deposito es mi herencia.
Es por eso que es apacible mi vida y la parte que me ha tocado.
Estoy siempre en la presencia de Dios y por eso no vacila mi pensamiento.
Tú no me abandonarás frente a la muerte y me mostrarás el camino de la vida eterna.
Salmo 23
salmo de David
Dios es mi pastor, nada me faltará, me guía por verdes praderas, me conduce por aguas calmas.
Mi alma reconfortada, me encamina por la senda de la justicia por amor a su nombre.
Aunque vaya a pasar por el valle de las tinieblas, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo.
Tu sostén y tu apoyo siempre son mi consuelo, me concedes el bien y la abundancia frente a mis adversarios.
Has derramado el óleo sobre mi cabeza, mi copa rebosa.
Ciertamente, El bien y la merced me acompañará todos los días de mi vida.
Y residiré en la casa de Dios todos los días de mi vida.
Salmo 121
Alzo mis ojos hacia las montañas:
¿de dónde ha de venir me ayuda?
Mi ayuda vendrá de Dios, creador de los cielos y la tierra.
El no dejará tus pies resbalar, no dormirá tu guardián.
Pues no duerme ni dormita el guardián de Israel.
Dios es quien te protege.
Él es tu protector, A tu derecho.
Durante el día el sol no te molestará, ni por la noche la luna.
Dios te protegerá contra todo mal, el protegerá tu alma.
Dios guiará a tu salida y tu entrada desde ahora y hasta la eternidad.